La historia de la humanidad podría resumirse en un patrón inquietante: cada vez que alguien enciende la luz, el resto corre a apagarla. Desde Sócrates bebiendo cicuta hasta las cruzadas digitales del siglo XXI, repetimos la misma coreografía absurda: inventamos la cura y la amenaza en el mismo gesto, proclamamos la paz mientras firmamos contratos de armas, buscamos culpables mientras todo arde. Este ensayo recorre algunos de esos episodios, no para dar respuestas, sino para incomodar con preguntas.
